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Chase the Sun

Persiguiendole a ella, persiguiendo el sol

Sentado al ordenador senti su presencia, entraba en la sala. Sin girarme se que se acercaba poco a poco a mi. Su aliento caliente chocaba con mi cuello, parecia que tenia que decirme algo, pero no escuchaba nada. Sus manos frias como el marmol se deslizaban lentamente por mi espalda. Esa sensacion de frio que me daba el terciopelo de sus manos me hizo estremecer.
Yo seguia alli sentado sin desviar la mirada de la pantalla, estaba escribiendo algo muy interesante, pero tube que quedarme quieto, sin inmutarme cuando pequeños mordiscos intentaban comerse mi oreja. La tenacidad de sus dientes hacia un coctail perfecto con la fragilidad de su lengua y mis cartilagos. Mis ojos empezaron a temblar y a parpadear intermitentemente. Hasta que un suspiro salio de mi, no tube las fuerzas de girarme. Era ella, tan preciosa y bonita como siempre, mi soledad.

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